Autor: Maria Eugenia Rivillo Orellana
Las enfermedades como el Alzheimer
están asociadas al colesterol alto, en la primera etapa del Alzheimer se suele
asociarse con pérdidas repentinas de la sincronización de la boca con la mente,
la consecuencia de esto es la atrofia a la cual se expone un paciente de esta enfermedad.
Los especialistas han reconocido,
que aquellas personas que poseen altos niveles de grados académicos tienen
menor probabilidad de sufrir demencia senil y alzhéimer. Si observamos las
rutinas cotidianas de los intelectuales, están incluyen la lectura continua de
libros con gran dificultad, en su especialidad, muchos intelectuales son ávidos
lectores, que para distraerse suelen
tener diversidad de temáticas en su lectura. La diversidad de lecturas
permite estimular ambos hemisferios.
Aquellas personas que no poseen
grandes títulos universitarios, pueden tomar como costumbre diaria la lectura
en voz alta para mejorarla sincronización de la boca con el cerebro. Las
personas pueden mejorar sus avisos de verbales, haciendo lectura de todo el periódico
en voz alta, la voz al tal es considerada un mal hábito de lectura, pero leer
en voz alta evita la demencia senil y al alzhéimer. El avance en la lectura deberá
llegar hasta el punto de poder leer todo un libro de tamaño mediano diariamente
en voz alta. Entre más se ejercite la
lengua para pronunciar palabras, la pedida de la capacidad del habla se retarda, prolongando la calidad de vida de
la persona. La lectura en voz alta también retarda la perdida de la capacidad
de abrir y cerrar la boca voluntariamente, lo implica facilitar la alimentación
del paciente, al retardar la disfuncionalidad motriz para la ingesta de
alimentos, por un desincronización de boca, quijada, lengua, y mandíbula.
Las personas que usan mucho
mentalismo, corren riesgo de sufrir disfunción en el habla por desconectar el
pensamiento con el poder del verbo, es decir, solo se produce un pensamiento,
un trabajo mental, dejando sin funcionar la acción mecánica de hablar,
sincronizar la boca, lengua, mandíbula, para ejecutar la expresión verbal, así como la clara ausencia de
producir la conexión pensamiento y palabra en sonido, lo que algunos llaman el
poder del verbo.
Después de los 60 años las
personas deben abstenerse de realizar trabajo de mentalismo, sobretodo la conversación
mental para estimular la conversación
con la palabra hablada.
Recuerden en el Principio Dios
Creo el Verbo, por lo tanto el que ama a Dios nunca debe renunciar al poder del
verbo.
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